La vida de un ordenador portátil y su buen mantenimiento

Preservar la vida del ordenador portátil es una tarea necesaria para evitar renovar el equipamiento prácticamente cada año. Por ste motivo, adoptar medidas preventivas es la mejor recomendación para ahorrar en quebraderos de cabeza y gastos de última hora.
Precauciones de mantenimiento
A menudo, los problemas que derivan en averías en portátiles y ordenadores de sobremesa están motivados por la falta de precauciones a la hora de utilizarlos. Y es que, para alargar su vida útil, se debe cuidar no solo su funcionamiento sino también su entorno. Como medida preventiva básica, es recomendable mantener los líquidos y los alimentos lejos del ordenador. Por muy tentador que sea llevarse el café o el agua hasta el lugar de trabajo, es recomendable encontrar lugares para mantenerlos y que aseguren completamente la integridad del equipo en caso de que se derrame algún líquido. En caso contrario, cualquier simple torpeza puede derivar en un daño irreparable a los componentes internos del ordenador, ocasionando problemas eléctricos y cortocircuitos. Cuando esto ocurre, el resultado más habitual es la destrucción de los datos almacenados e incluso la avería total del sistema.
Al margen de realizar copias de seguridad, preferiblemente en carpetas remotas alojadas de forma virtual, es muy importante prevenir el mal funcionamiento del ordenador portátil. En este sentido, resulta de gran ayuda disponer de un buen antivirus. Instalar un software de protección ayudará a evitar la instalación de virus de todo tipo que pueden interferir en el buen funcionamiento del ordenador o incluso provocar inesperadas pérdidas de información. En lo que respecta al mantenimiento del “hardware” del dispositivo, también es necesario tener en cuenta precauciones básicas de uso que pueden afectar al uso de los periféricos. La suciedad, sin ir más lejos, puede interferir en la funcionalidad de un “touchpad” o ratón integrado, y en general de todos los elementos externos e internos que incluyan dispositivos ópticos, como un lector de CD o DVD. Si se acumula la suciedad, tanto las lentes como los sensores de movimiento se deteriorarán, dificultando el uso del ordenador por parte del usuario.
Cuidar la pantalla
Las mismas precauciones que se tienen con los periféricos se deben aplicar e incluso extremar con la pantalla. El monitor LCD de un ordenador portátil se puede rallar con facilidad al cerrar la pantalla si hay pequeños restos rugosos entre las teclas. La tapa se debe cerrar con cuidado y asegurándose de que no hay objetos que puedan rallar la pantalla una vez bajada. La presión se debe ejercer sobre ambos lados, evitando cargar siempre el mismo y provocando un desnivel en la pantalla. De igual forma, hay que evitar utilizar la pantalla como punto de agarre del ordenador, procurando levantarlo siempre sujetándolo por su base. En caso contrario, las bisagras o incluso el propio monitor se puede ver afectado por la presión y por el peso de la base. Otro de los errores más comunes es tirar directamente del cable de alimentación del ordenador, en lugar de la toma de corriente cuando se quiere desenchufar. Esta práctica puede acabar debilitando las conexiones de la toma de corriente con el cable y deteriorando la conectividad del ordenador.
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